Con Don Mendo aprendí…

(Apoyo a la Academia de la Publicidad en el uso del español en nuestra comunicación publicitaria)

jorge_martinez

Jorge Martínez Beneytez
Director de Negociación

Con Don Mendo aprendí,
en una y mil noches sin dormir,
víctima de un insomnio inusitado,
el arte del recitado.
Construir versos encadenados,
mediante ripios mal intencionados
mata la lírica del poema,
lo convierte en anatema
y da un resultado de pena.
Con Don Mendo aprendí,
que no es baladí el esfuerzo,
qué difícil es acertar con el verso,
y un poema escribir.
Quiera Dios iluminar mi pluma
para que en este envite fluya
la sátira, la ironía y la gracia,
y alcanzar la abnegada chanza,
sin caer en una desgracia.
Hablar quiero sin más dilación
del conflicto bobalicón,
del mal uso del español
en nuestras campañas de relumbrón.
¡Qué dislate!, ¡Qué disparate!
vender coches, hipotecas y chocolate,
con vocablos confusos que parecen del revés,
usando la lengua del inglés.
Sucede que a mí me pasa,
como a Don Mendo con su guasa,
que al escuchar ciertas boberías,
más que mensajes, me parecen groserías.
Decía Don Mendo a Magdalena:
Escuchéla y contempléla;
vila, señora y oíla;
pero cuanto más miréla
y cuanto más escuchéla
menos, señora, entendíla.
¡Pardiez! Esto es lo que nos pasa a la mayoría
¡Qué ironía!
Dios quiera en su infinita bondad,
inspirar a nuestros creativos sin igual,
para acertar con la palabra ideal
y comunicar con la verdad.
Renato en su poesía decía:
Todas por mí como un trapo,
y con igual pretensión…
¡Ay, infeliz del varón
que nace, cual yo, tan guapo!
No será mejor este trato
para vender un mandato,
que utilizar un anglicismo
provocando un cataclismo
en un mal concubinato
entre la pérfida Albión
y nuestra lengua en español.
¡Corregirlo y enmendallo!,
mucho mejor será en castellano.
Termino aquí mi relato
compartiendo mí congoja,
que más que miedo hoy es llanto
al oír mi lengua como un trapo.
Y digo yo que será mejor,
Usar siempre el lenguaje del español
Que limpia, fija……y da esplendor.
Firmado: Renato.