«Hijo, de mayor quiero ser granjero como tú», por Abel Delgado

Abel Delgado, Transmedia Creative Technologist en Arena Media Barcelona

Los e-sports no son una moda. No son cosa de frikis. Ya deberíamos superar esa percepción y entender que un e-sport no solo es que esté tan democratizado como el fútbol, el running o la petanca. Un e-sport tiene un potencial de democratización aún mayor respecto a los deportes tradicionales.

En enero de 2019 Farming Simulator anunció que abría su campeonato para los mejores granjeros del planeta. El premio: 250.000€. El reto, ser el granjero que mejor sabe trabajar las tierras de Farming Simulator. Todo ello sentado detrás de una pantalla de ordenador y una conexión que te permite enfrentarte a otros equipos de granjeros en línea. Porque esto no va de llenarse de polvo, aguantar los rayos del sol y despertarse con el cacareo de un gallo. Esto es e-sports señores. Aquí el mejor granjero es el que mejor usa el volante inalámbrico y las combinaciones del teclado. Esto va de personas que les gusta jugar a ser granjero.

Yo de pequeño jugaba a ser piloto de avión. Llegaba a casa después del colegio y para entretenerme me ponía el Flight Simulator. Era muy realista. Sin embargo, no dejaba de ser una actividad de ocio. Si quería ganar dinero siendo piloto tenía que formarme en una escuela privada a partir de la mayoría de edad y esperar a pasar exámenes hasta que me contratase una aerolínea. Hoy en día, cuando salga la competición e-sport del Flight Simulator, nuestros hijos podrán hacer realidad su sueño sin pasar por escuelas ni esperar que los contrate una empresa. Darán el salto con 18 años y podrán ganar dinero siendo piloto desde casa. Es más, cuando tengan 20 y hayan ganado un par de competiciones mundiales dirán “ya no quiero ser piloto, quiero ser granjero”. Cogerán el Farming Simulator y a ganar dinero cultivando tierras en competiciones con otros e-granjeros del mundo. Esto es democratización de los e-sports. Estas son las dimensiones y potencial de escalabilidad de esta disciplina. Se amplía el espectro de lo que denominamos deporte. Hay tantos géneros para escoger como tipología de videojuegos. A esto se le suma la facilidad de acceso a un e-sport. Pues lo que necesitas es una pantalla, un ordenador o consola, e Internet. Y, por último, el tiempo se comprime, haciendo que la curva de aprendizaje para poder disfrutar e incluso ganar dinero sea menor respecto a un deporte tradicional.

Estamos en un momento en que el límite no existe. La industria de los videojuegos es cada vez más grande. Así como la audiencia. La Super Bowl ha dejado de ser el evento más visto del mundo para dar paso a la final de League Of Legends, la cual congrega a 205 millones de espectadores el mismo día. Los números son abrumadores y estamos en la base de una ola que hará cresta en años futuros. Yo ya he decidido qué quiero ser. ¿Qué decidirás tú?

Artículo de Abel Delgado, Transmedia Creative Technologist en Arena Media Barcelona