El marketing no es perfecto porque no es una ciencia, ni lo es, ni lo será, el ser humano es volátil por naturaleza, por lo que pensar que responderá siempre igual a un estímulo, es una de las mayores utopías y engaños que este sector tiene. Por eso una de las razones de este artículo es revindicar lo “diferente”, intentar entender que muchas veces, las soluciones en comunicación vienen por tomar rutas alternativas, descubriendo maravillosos mundos en cada uno de los problemas a los que nos enfrentamos y sufriendo día tras día fuera de nuestra zona de comfort.

Acabamos de llegar del CdeC y Fernando Machado vicepresidente global de marketing de Burger King, decía que él vive (profesionalmente) con miedo todos los días de su vida y eso es lo único que le permite a Burger King generar valor diferenciándose de su competencia, siempre bajo una coherencia y un propósito de marca.

Pero para generar esa diferencia, tenemos primero que dar un paso más atrás, uno de los hándicaps con los que contamos en este sector es que la mayoría somos publicistas. Esto que sin duda es algo curioso es el primer sesgo con el que contamos. La profesión es uno de esos elementos que nos marcan la vida, nos moldean y nos forman en cómo seremos en el futuro, obviamente hay otros tantos elementos que nos definen, pero este es uno en el cual las empresas pueden influir. A priori que todos seamos publicistas es lo que debería tener más sentido en esta industria. Para mí (como publicista que soy) es un “mal endémico”.

Personalmente no creo que únicamente relacionándose con publicistas abarquemos todas las posibilidades que ofrece esta industria. Por muy curiosos que seamos, necesitamos entender puntos de vista diferentes, en mi caso creo que tengo un entorno excepcional y no muy normal, con un filólogo, una socióloga, un ingeniero y un tipo licenciado en ADE a mi alrededor, esta suma de perfiles, no es más que una suma de opiniones, de puntos de vista, de valoraciones sobre un problema o un reto, responden a mentalidades completamente diferentes y encuentra respuestas menos comunes con una mayor eficacia.

Para mí este punto es realmente importante, la diversidad debe de gestarse en los perfiles de la empresa para que tenga una repercusión sobre las soluciones que se pueden ofrecer a un cliente. No tener diferentes perfiles en una empresa sería parecido a que solo hubiera hombres o solo mujeres, como también se puso de manifiesto en el CdeC y en boca de Alejandra Chacón directora de proyectos estratégicos de Arena, nos estaríamos perdiendo el maravilloso mundo del otro 50% de la sociedad.

No me cabe ninguna duda, que cada vez más, las personas están pidiendo que se las entienda y en cuando a nuestra industria se refiere, solo una diversidad de perfiles, podrán abarcar las millones de soluciones que faltan por llegar.