Las redes sociales ¿ángeles o demonios?, por Paloma Mochón

Paloma Mochón_Área de Operaciones en Arena Media
Paloma Mochón, Área de Operaciones en Arena Media

La reinvención de las redes sociales es una de las principales tendencias que recogía la plataforma Tech and Trends en 2018. No había duda de que estábamos ante un año clave para recuperar la transparencia de las redes y la confianza de los usuarios en ellas. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, el año ha comenzado con el escándalo de Cambridge Analytica, lo que marcará un punto de inflexión y acelerará la transformación de las Redes Sociales.

Si miramos atrás, las redes sociales nacieron para fomentar la interrelación de las personas y construir comunidades en las que todos pudieran tener voz. Por ello, hasta fechas recientes las redes se han presentado con una clara connotación positiva; como un instrumento de socialización pues permiten compartir ideas, conectar con los amigos y paliar el aislamiento que podía generar Internet. También se presentaron como una herramienta para propiciar el cambio social y auspiciar el empoderamiento de los ciudadanos.

Hoy en día la realidad es otra. Abramos la caja de los truenos.

A pesar de esta ambición inicial, con el aumento imparable de los usuarios y el impresionante crecimiento de las plataformas,  han surgido problemas que ponen de manifiesto aspectos de una realidad muy diferente: Adicción del usuario, compra de seguidores, visión sesgada de la realidad, información manipulada y  falsa, influencia en la política, contenido violento,  radicalización en el debate, aumento de la depresión y ansiedad entre los adolescentes, violación de la privacidad de datos…

Ante esta situación, la solución no es ni mucho menos sencilla, pero ya han empezado a surgir iniciativas interesantes. Por un lado, en el contexto de la Unión Europea, el próximo 25 mayo será aplicable obligatoriamente el RGPD. Este Reglamento pretende dar mayor poder a los interesados sobre sus datos personales. Por otro lado, cabe citar The Trust Project, un consorcio en el que participan las principales compañías tecnológicas y cuyo objetivo es desarrollar estándares de transparencia y propiciar la credibilidad y calidad de los contenidos. Estas no son más que dos de las iniciativas y proyectos que muy probablemente seguirán apareciendo y que tratarán de recuperar la confianza de los usuarios.

Por último, no debe olvidarse que todos los “males” señalados son algo imputable a las personas, no al vehículo que las transmite.  Por lo tanto, es responsabilidad de los usuarios llevar a cabo un uso racional de los medios, de forma que no interfieran en las relaciones interpersonales sino que actúen como un complemento de las mismas.

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