La Generosidad es uno de los 5 valores que forman la identidad de Arena Media.

Ser generoso es sinónimo de compartir; compartir tu tiempo con otras personas y compartir tus conocimientos con el fin de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio.

Implica compartir también los éxitos, reconociendo el mérito de las personas que han trabajado en un proyecto, valorando sus habilidades y ayudándoles a sentirse realizados.

Es anteponer las necesidades del otro ante las tuyas.  En el ámbito personal se trata de entender los problemas del otro, implicándote al máximo para ayudar a superarlos. En el ámbito laboral, una persona generosa atiende a un compañero con la mejor predisposición pese a estar en un momento de mucho trabajo.

En el sector de la publicidad este valor cobra vital importancia debido al gran peso que tiene el trabajo en equipo. De hecho, las personas generosas tienen una ética de trabajo muy arraigada a la colaboración y a sentirse parte de un equipo.

Éstas son capaces de generar mayor conexión con el resto de sus compañeros, utilizando su empatía para ponerse en el lugar del otro. Muchas veces nos centramos en transmitir nuestro mensaje y nos olvidamos de algo muy importe, saber escuchar. Gracias a esta capacidad, llegamos a generar vínculos más allá de lo profesional que provoca un mejor ambiente laboral.

Por lo que la generosidad refuerza, no sólo nuestro compromiso con nuestros compañeros, sino también con la empresa, creando un mejor clima laboral gracias a la cohesión de los empleados con su empresa. Por tanto, los empleados muestran mayor satisfacción y mejoran su productividad si se encuentran en un entorno agradable ya que les aporta una mayor calidad de vida.

Diariamente nos enfrentamos con proyectos que requieren el expertise de distintos especialistas que deben trabajar conjuntamente, gracias a ese valor de la generosidad que representa a los trabajadores de Arena, la comunicación fluye mucho más entre los distintos interlocutores llevando a proyectos más completos. Además, nos completa como profesionales, dotando de nuevos conocimientos que quizás de forma aislada no se podrían alcanzar.

Todos podemos llegar a ser generosos si nos lo proponemos, es una virtud que no siempre es innata y que podemos ir adquiriendo día tras día.

Se dice que la generosidad se contagia, si estas en contacto constante con personas generosas, puedes llegar a incorporar este valor como parte de tu propio ADN.

Esta virtud no solo se aplica con los compañeros de trabajo, sino también con los clientes y proveedores a través del respeto y consideración.

Os animo a localizar a las personas generosas que están en vuestro entorno, a compartir vuestro tiempo con ellas y conseguir interiorizar esa capacidad que ante todo, os hará sentiros mejor persona.