Trabajar para una Gran cuenta

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Óscar González
Key account Manager

Curioseando por ahí, me encontré con un artículo donde se definía a una Gran Cuenta como aquella que contribuye de una manera definitiva a la consecución de los objetivos de la agencia, tanto corporativos (hacia dónde queremos ir, que queremos ser..) como de negocio. Visto así, si todos los clientes son exigentes, una Gran Cuenta lo va a ser mucho más, ya que va a demandar un esfuerzo especial para darle valor y requiere unos procesos de elevada complejidad que requieren una excelencia operativa y de servicio.

Si estamos de acuerdo con esta definición, trabajar para una Gran Cuenta puede suponer, sin lugar a dudas, una gran oportunidad para el desarrollo profesional sea cual sea el puesto que se ocupe dentro del equipo que le da servicio: los abundantes recursos que se manejan permiten desarrollar las acciones más innovadoras, se está en contacto permanente con todas la novedades que se desarrollan en cuanto a producto tanto interna como externamente, se profundiza en el conocimiento y uso de todos los medios, se gana agilidad, velocidad y gran capacidad de adaptación ante cualquier situación y, lo mejor de todo, se forma parte de un gran equipo integrado por profesionales de todas la disciplinas, lo que permite el aprendizaje constante.

Pero no es un diamante todo lo que brilla, y el día a día de este tipo de cuentas puede convertirse en una auténtica “carrera de fondo” donde, en multitud de ocasiones, prima la resistencia sobre la habilidad. La urgencia es una constante y la extraordinaria complejidad de la estructura a la que te enfrentas hace que, como Sísifo, te pases el día empujando cuesta arriba solo para llegar a la cima, caer y comenzar de nuevo.

A pesar de todo y desde mi experiencia trabajando para una Gran Cuenta como Jazztel, os diría que las satisfacciones son más numerosas que los fracasos, que formar parte de un proyecto de este tipo te hace ser capaz de enfrentarte a cualquier reto con mayor seguridad y con más herramientas, que te permite ver las cosas desde perspectivas que antes no tenías y, en definitiva, que ganas muchísimo más de lo que pierdes. Y si además te topas con un equipo de profesionales en esta Gran Cuenta que tiene un foco claro en su negocio, que sabe perfectamente donde están las prioridades y que además le imprime la velocidad adecuada, entonces el reto mayúsculo se convierte en un día a día donde juntos avanzamos más lejos y de manera más rápida.
Os dejo algunas cosillas que he aprendido por el camino por si alguna vez os sirven. Son absolutamente obvias pero a mí me ayudan.

  • Conoce muy bien a tu cliente y sé capaz de ponerte en su piel. “Quiérelos”. Conviértete en su cómplice. Cultiva su confianza.
  • Intenta distinguir lo importante de lo urgente. Averigua que es lo que más va ayudar a tu interlocutor en cada momento. Un pequeño informe a tiempo, a veces, es mucho más.
  • El equipo es clave. Todos y cada uno de los miembros somos importantes. Ante el cliente todos somos o deberíamos ser uno.
  • Aunque hagas mil veces lo mismo, intenta poner las mismas ganas que la primera vez.

Ahí queda eso.